Si es un niño, hereda de su padre el gusto “por lo bello, el confort, la vida desahogada o la comodidad y la vida mundana. Es mucho más refinado que él, pero menos brillante.
Sus relaciones carecen de profundidad, pero son sinceras.
Si es una niña, el padre quiere mucho a la hija, que le responde con la misma moneda.
El padre lo hace todo por complacer a la hija. Todas sus relaciones se basan, por parte del padre, en la exageración, y por parte de la hija en el encanto.